20. El Sacramento de la Unción de enfermos

Exposición del caso: Tras varias semanas de malestar, llevan por fin los padres de Miguel al abuelo materno de ésta, que vive con ellos, al médico. Miguel nota cierto nerviosismo. Pero la situación parece normalizarse: el abuelo vuelve a casa tras varios días en el hospital. Con todo, Miguel nota cierta afectación cuando tratan con su abuelo. Le parece un poco tonto que le digan cosas como “¡pero si estás maravillosamente bien!”, cuando se le ve pálido y desmejorado. Pero no le da mucha importancia.

Un día, al volver a casa, Miguel se encuentra con su abuelo solo en la sala de estar. Le pregunta cómo está. —”Me estoy muriendo, pero no me lo quieren decir”. —”Vamos, abuelo…” —”Es verdad. Te lo digo a ti porque tú nunca me has engañado. Con ellos no se puede hablar”. Miguel se quedó sin habla, haciendo esfuerzos por no llorar. Luego buscó a su madre, y le preguntó qué pasaba con el abuelo. Intentó decir que nada serio, pero Miguel se le enfrentó, dijo que a él no le engañaba, y que si no se lo decía diría lo que pensaba con voz bien alta. Al final, su madre cedió: el abuelo tenía un cáncer avanzado, con reproducciones por todo el cuerpo, y no había nada que hacer. Continuar leyendo “20. El Sacramento de la Unción de enfermos”

21. El Sacramento del Orden Sacerdotal

Exposición del caso: Una de las costumbres fijas del padre de Marcelino era ver el martes después de cenar un debate televisivo. Él hubiese preferido ver una película en otro canal, pero sabía que era inútil intentarlo, y se quedó al debate con sus padres. El tema de esa noche era “sacerdotes del siglo XXI”, y podía verse en el plató a un obispo y varias personas más. Cuando hicieron las presentaciones, su padre comentó: —”Se ve venir: todos contra el obispo”.

En realidad, salvo un participante que divagaba, así fue. Uno, presentado como teólogo, empezó a hablar de que la jerarquía era una “estructura de poder”, un “resto medieval” y una afrenta a la igualdad de los cristianos en un mundo democratizado. —”Ése dice eso porque a él le han echado” (de su cátedra, Marcelino supo después), comentó su padre. Otro empezó a decir que el celibato obligatorio iba en contra de un derecho fundamental de la persona y privaba del desarrollo afectivo normal de la personalidad. Era un sacerdote secularizado, y su padre, que era médico, comentó: —”Dirá lo que quiera, pero un poco tocado sí se le ve”. Marcelino intervino: —”Papá, pero ése ya no es sacerdote, ¿verdad?” —”No, ya no”. —”Entonces, ¿por qué aparece como si lo siguiera siendo?” —”Bueno, de eso yo no entiendo mucho, pero por lo visto algo siempre queda”. Tomó la palabra una mujer —como teóloga fue presentada— y empezó a defender el sacerdocio femenino: dejar fuera a la mujer sería discriminatorio, privarla de algo a lo que puede tener tanto derecho como un hombre; si una mujer sintiera un impulso hacia el sacerdocio, ¿en virtud de qué se le podría negar el acceso a él? El último participante, sociólogo —”sociólogo y vete a saber qué más”, comentó el padre de Marcelino—, habló de lo que él denominaba “la función sacerdotal en el mundo contemporáneo”: pensaba que el mundo actual era de especialistas, y en ese sentido podía verse al sacerdote como uno más, cumpliendo su función; eso es lo que esperaba el hombre de hoy, y podría ejercerla siendo uno más en la sociedad, sin separaciones que antes tenían su sentido pero ya no. Marcelino pudo ver cómo el obispo se defendía como podía, pero no entendía algunas palabras, y no pudo seguir bien el hilo de su argumentación. Continuar leyendo “21. El Sacramento del Orden Sacerdotal”

22. El Sacramento del Matrimonio

Exposición del caso: A Inmaculada le cayó bien desde el primer momento la novia de su hermano Agustín, Estefanía, cuando la conoció en su casa. Tenía 20 años, sólo uno más que ella. Con quien no se llevaba tan bien era con su hermano: pensaba que “sólo iba a lo suyo”, y era antipático y frío, al menos con ella. Agustín había empezado a trabajar, tras haber terminado su carrera.

Un día Inmaculada se encontró a su madre llorando. Preguntó qué pasaba, y su madre contestó que su hermano se iba a vivir a un apartamento con su novia, sin casarse. Al parecer, todo intento de pararle había resultado inútil. Y, efectivamente, al cabo de unos días se fue. Continuar leyendo “22. El Sacramento del Matrimonio”

23. Ley moral y conciencia

Exposición del caso: Mario tiene quince años, y vive lo que se considera la vida normal de un chico de esa edad, sin particulares problemas. Está contento con su familia, aunque piensa que sus padres limitan bastante sus movimientos y establecen demasiadas reglas. Piensa que ese modo de proceder no es justo, porque sus padres le consideran menor de lo que es, y porque sus amigos tienen más libertad que él. Además, nunca ha dado ningún problema serio en su casa, y cuando pide explicaciones le despachan con alguna frase hecha, muy poco convincente. De todas maneras, aunque se queje, tampoco puede decirse que dramatice esa situación.

Un día estaba en casa de un amigo, y resultó que éste pasaba por un momento de desánimo. Empezaron a hablar de sus problemas, y Mario no se dio cuenta de que se hacía muy tarde ni, hasta pasadas las 11.OO, de que en aquella familia cada uno cenaba por su cuenta y por eso no se avisaba la hora. Volvió a su casa deprisa. Como era de esperar, fue recibido con una fuerte bronca y amenazas de castigos que se le antojaron desproporcionados. Continuar leyendo “23. Ley moral y conciencia”

24. Moralidad de los actos humanos

Exposición del caso: El viernes por la tarde, Lorenzo se reúne con sus amigos para ver una cinta de vídeo. La película resulta ser “El Doctor Zhivago”. La acción se sitúa en la Revolución rusa. La joven protagonista es una chica guapa, buena, con gran corazón, a la que los acontecimientos maltratan despiadadamente: pierde su hogar, sus bienes, se queda sola y desplazada, y perdida en la estepa le alcanza el crudo invierno ruso. En estas circunstancias, encuentra al Dr. Zhivago, el único ser que tiene compasión de ella, y le da abrigo, sustento y cariño. La chica no tarda en enamorarse del apuesto doctor, y viven juntos, aunque de modo intermitente, pues él está casado (con una mujer que no le ha correspondido bien) y ella lo sabe.

El sábado se vuelven a reunir los amigos. Pronto se comprueba que la película les ha impresionado, pues se convierte en el tema de conversación. Se centran sobre todo en la figura de la protagonista. Lorenzo se da cuenta de que las opiniones son muy diversas. Continuar leyendo “24. Moralidad de los actos humanos”

25. Fin último. Filiación divina. Virtudes y dones

Exposición del caso: Concha tiene una amiga, Dori, bastante alejada de la práctica cristiana. Algunas veces ha intentado que cambie, pero no sólo no le hacía caso, sino que parecía enfadarse al oír hablar de esos temas.

Un día, tras estudiar las dos varias horas en casa de Concha, hablan de muchas cosas, y acaban por tratar del sentido de la vida. Concha le dice que nunca ha querido molestar ni ser pelma, sino que habla de esto porque es amiga suya y quiere para ella lo mejor. Le explica que cree de verdad que sólo Dios da sentido a la vida, que estamos hechos para amar a Dios, que es nuestro Padre; que sólo viviendo en gracia y esforzándonos por quererle somos felices; y que, aunque a primera vista sea muy costoso, la ayuda de Dios nunca falta y “al final resulta que no es para tanto”. Continuar leyendo “25. Fin último. Filiación divina. Virtudes y dones”

26. El pecado

Exposición del caso: Los padres de Pablo deciden que vaya un año al extranjero para aprender bien un idioma, a la vez que sigue con los estudios de bachillerato. Tras vivir con una familia que no era católica, vuelve al cabo de un año.

Un día, charlando con los amigos en el colegio, sale el tema de la televisión. Alguno comenta que hay tanta inmoralidad en la programación, “que no hay quien la vea; es que no se salvan ni los anuncios”. Continuar leyendo “26. El pecado”

27. Primer Mandamiento

Exposición del caso: Sonia, que con 17 años estudia COU, tiene dos hermanos. El mayor, Luis (23 años), tiene un futuro prometedor, pues ha acabado brillantemente su carrera y ha empezado a cursar un “master”. La pequeña es Marina, que tiene 14 años y estudia su curso de bachillerato sin especial brillantez, pues es bastante perezosa en todos los aspectos, aunque es inteligente y siempre sabe salir de aprietos.

Sonia es muy aficionada a la lectura. En la asignatura de literatura le han pedido la lectura de la novela San Manuel Bueno, mártir de Unamuno. Nunca se había preocupado mucho de su formación doctrinal, y la lectura de ese libro provoca la aparición de unos interrogantes sobre la fe. El siguiente libro que le piden es El árbol de la ciencia de Baroja; como es mucho más largo que el anterior, la profesora sólo exige que lean algunos extractos, pero Sonia se enfrasca en su lectura, consciente del carácter anticristiano de esa novela. Más adelante sigue leyendo indiscriminadamente literatura contemporánea. Al cabo de pocos meses se ve asaltada por muchas dudas sobre su fe. No habla de este tema con nadie, pero con frecuencia piensa en ello, y llega a la conclusión de que no puede afirmar la veracidad de la fe cristiana sin tener pruebas que le convenzan de su autenticidad. Continuar leyendo “27. Primer Mandamiento”

28. Segundo Mandamiento

Exposición del caso: Fernando (16 años) admira a su padre, cuyo trabajo es de alto ejecutivo en un banco. Ha decidido estudiar Ciencias Empresariales, porque quiere llegar a ser como él.

Un día su madre le dice que rece por el trabajo de su padre, porque está pasando por un momento difícil. Fernando se queda muy sorprendido —es lo último que podía imaginarse—, y empieza a rezar frenéticamente. Asiste a Misa y reza el Rosario diariamente, y aprovecha otros momentos para encomendar el problema, como por ejemplo el autobús escolar, en el que se sienta solo y no habla con nadie. Continuar leyendo “28. Segundo Mandamiento”

29. Tercer Mandamiento

Exposición del caso: Al grupo de amigas de Isabel —tienen alrededor de 15 años— se incorpora Sara, que hasta ese curso estudiaba en otro colegio. Quedan un domingo para salir, e Isabel propone adelantar la hora de la cita para asistir antes a Misa. Aceptan, aunque se nota que Sara lo hace a regañadientes.

Llega la hora de la cita. Como alguna acude tarde, aparecen en la iglesia a mitad de la homilía. Se colocan al fondo, en un rincón. Casi no ven el presbiterio, y la voz les llega por los altavoces bastante distorsionada, de forma que hay que estar muy atento para seguirla. Se las ve incómodas e inquietas, y pronto empiezan a cuchichear. Al principio se preguntaban unas a otras sobre lo que estaba diciendo el sacerdote. Además de su falta de atención, captan algunas palabras cuyo significado desconocen, lo que las desanima aún más a poner atención. Al cabo de un rato, hablan en voz baja de otros temas ajenos a la ceremonia. Por dos veces son recriminadas por algún asistente, ya que estaban elevando el tono de voz; hay también alguna otra persona que no les dice nada, pero las mira de vez en cuando en tono desaprobatorio. Sólo va a comulgar Isabel. Después de la comunión, y antes de la oración y bendición final, empieza ya a salir gente del templo, y el grupo de amigas sale también. Continuar leyendo “29. Tercer Mandamiento”