Gerardo Elorriaga, “Adictos a la pornografía infantil en internet”, El Correo, 27.III.03

Muchos adictos a la pornografía infantil en internet luego abusan de niños. El 30% de los consumidores de pornografía infantil en Internet termina poniendo en práctica lo que ve en estos contenidos. Posteriormente, gran parte de ellos querrán plasmar sus propias perversiones en imágenes y se convertirán en “productores” de material pedófilo, que acabará circulando por los bajos fondos de la pederastia digital.

Según un informe presentado ayer en Bilbao por Anesvad, existen en la Red cuatro millones de direcciones con material sexual infantil, en su mayoría accesibles mediante el pago de cuotas. Sus estimaciones cifran los beneficios de este colosal negocio en torno a 960 millones de euros anuales.

Son las conclusiones de una campaña de investigación puesta en marcha por esta ONG el 1 de octubre de 2001 a través de una supuesta página pornográfica (http://212.166.184.69/nymphasex) en la que se ofrecieron “servicios con menores” y la posibilidad de comunicarse con ellos vía correo electrónico o videochat.

UN CÁNCER MUY EXTENDIDO Tras la promoción de la web, la página recibió la visita de 6.000 personas en los primeros quince días, con una media de 400 entradas diarias. Doscientas de las personas que conectaron con la página facilitaron incluso su dirección de correo electrónico a fin de ser informadas sobre novedades. A lo largo de 2002, las entradas totales superaron las 49.000, con una media de 4.000 al mes.

Estadounidenses y españoles constituyeron más del 70% de los visitantes, lo que ha llevado a los responsables del experimento a sacar la conclusión de que nuestro país es el segundo consumidor de dicho material en el mundo.

La explotación infantil provoca que, en todo el mundo, más de dos millones de niños y niñas sean tratados como mercancías. En España, y según datos recogidos en base a denuncias, el número de casos está muy por debajo de otros países. Entre 1997 y 2000 se produjeron casi 1.800 denuncias por delitos de explotación sexual infantil. Sin embargo, se estima que sólo uno de cada mil casos llega a manos de la Justicia. Una de cada cinco niñas y uno de cada diez niños ha sufrido algún tipo de abuso antes de los 17 años.

Los resultados del informe llevaron a ANESVAD a demandar una legislación unificada para tratar de erradicar un negocio que mueve mil millones de euros al año. Responsables de la ONG plantearon la necesidad de que este tipo de delitos se conviertan en extraterritoriales, de manera que quienes los cometan en el extranjero puedan ser juzgados en el propio país y evitar la impunidad.

En este punto, la ONG denunció que en España la apología de la pederastia no está tipificada como delito y el tráfico o difusión está castigado con penas menores, de 1 a 3 años de prisión.

IMPUNIDAD LEGAL La difusión de fotografías y vídeos pornográficos con menores no resulta ajena a la constante renovación técnica de la Red. Además de los foros o distribuidores previo pago, existe otra pujante modalidad en las páginas personales, servicio gratuito de muchos portales, y las comunidades que permiten el intercambio de material.

Además, nuevos instrumentos creativos diversifican la oferta y le brindan impunidad legal. La llamada “pornografía técnica” surge de la transformación de la imagen de adultos que realizan actos sexuales para simular que son adolescentes o niños. Pero la última innovación es el recurso al campo de lo virtual con el propósito de generar escenas eróticas basadas en dibujos, animaciones o infografías. Los primeros fallos de los tribunales norteamericanos lo han declarado lícito.

Gerardo Elorriaga El Correo Bilbao – España