Alfonso Aguiló, “La prueba del dolor”, Hacer Familia nº 58, 1.XII.1998

«Yo siempre he sido considerado en mi ambiente profesional —me decía no hace mucho un viejo amigo— como una persona muy exigente. Me he exigido siempre mucho a mí mismo y he exigido también siempre mucho a los demás.

»Me costaba mucho comprender que había gente a la que no le era posible seguir mi ritmo, y a veces, tengo que reconocerlo, los maltrataba. Y en casa me pasaba un poco igual. Echaba en cara las cosas a mi mujer y a mis hijos con muy poca consideración.

Continuar leyendo “Alfonso Aguiló, “La prueba del dolor”, Hacer Familia nº 58, 1.XII.1998″