Angel García Prieto, “Un mapa de la felicidad matrimonial”, PUP, 8.I.01

La prestigiosa revista norteamericana Newsweek, en su número de 26.IV.99, publica un reportaje sobre los estudios que está llevando a cabo John Gottman, psicólogo del laboratorio de Investigación de la Familia de la Universidad de Washington. Este investigador lleva años buscando las claves del éxito conyugal y ha publicado un libro – The Seven Principles for Making Marriage Work – que explica el resultado de los estudios y es un mapa científico de la felicidad matrimonial. Golttman, para su estudio, partió de la consideración de que los trabajos psicológicos sobre los matrimonios casi siempre se establecían en torno al análisis de los fracasos y problemas. Y decidió lanzarse a la investigación de los motivos que hacen que las parejas vayan bien. El psicólogo – de 56 años de edad – reconoce que sus resultados no tienen la categoría de datos empíricos sólidos, pero sirven para entender las conductas y ayudan a otras parejas a encontrar su felicidad matrimonial. Insiste en la idea de que la construcción de “una casa con buenos cimientos matrimoniales” pasa por apreciar lo mejor del otro, compartir las obligaciones domésticas y el cuidado de los hijos. Las parejas felices son las que saben, además de ser esposos, ser padres y vivir compartiendo las obligaciones hacia ellos. Aceptar los rasgos de carácter que no van a cambiar nunca en el otro y amarse por lo que tienen en común y lo que les hace complementarios, es otra de las fórmulas magistrales que aporta. Las riñas no son las razones principales del enfriamiento conyugal. Los auténticos demonios son la indiferencia, el desprecio, la crítica, el encerramiento en sí mismo y la actitud defensiva frente al otro. Gottman señala, además, que hay dos épocas delicadas durante el matrimonio, pues existe un elevado número de divorcios después de una media de 5,2 años de matrimonio y otro pico estadístico después de pasados 16 a 20 años. Otra apreciable observación es que las parejas felices se esfuerzan en no dejarse desbordar por los conflictos que siempre surgen. El sentido del humor, la distensión momentánea ante la riña, son muy útiles para evitar entrar en una dinámica de discusión de complicada salida. Tampoco se debe caer en el tópico de aceptar que la relación entre el hombre y la mujer debe partir de mundos emocionales muy distintos. Según sus estudios, estas diferencias de género puede contribuir a que haya problemas, pero no son su causa. Prácticamente el mismo número de mujeres que de hombres entrevistados estuvieron de acuerdo en que la amistad dentro de la pareja es el factor más importante de satisfacción matrimonial.