El cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la doctrina de la fe, ha intervenido sobre el debate que provocó el primer ministro italiano Silvio Berlusconi, quien habría asegurado que la cultura cristiana es superior a la islámica.
Publicamos a continuación el texto de la entrevista que el cardenal Ratzinger concedió sobre el argumento el pasado 1 de octubre al diario italiano «La Repubblica».
–Eminencia, ¿comparte la afirmación del primer ministro italiano? –Cardenal Ratzinger: No me meto en las polémicas políticas. El tema es muy complejo. No debe ser afrontado en términos de superioridad de éste o del otro, pues el valor sociocultural de las sociedades a nivel empírico varía en el curso del camino de la historia».
–La evolución de las culturas, ¿se aplica también para el Islam? –Cardenal Ratzinger: Es un valor variable para todos, para el cristianismo, para el Islam, para el judaísmo o para cualquier otra religión. Dado que en estos días se habla tanto del Islam, lamentablemente con ocasión de los atentados de Nueva York, digamos que a nivel empírico la cultura islámica hizo sentir su influencia incluso en gran parte de Occidente, hasta aproximadamente el año mil después de Cristo.
–¿Qué sectores culturales en Occidente han sido plasmados por la cultura musulmana en los siglos de mayor influencia islámica? –Cardenal Ratzinger: Ciertamente, hasta todo el primer milenio, la civilización islámica fue superior en muchos campos: en la matemática, en la medicina, en las ciencias, en la arquitectura, en las artes. Formas culturales que todavía hoy tienen una gran presencia en Occidente.
–En los siglos siguientes se verificó una especie de decadencia de la cultura islámica. ¿Quizá por esto se dice que la cristiana es superior? –Cardenal Ratzinger: En estos análisis socioculturales es mejor tener cuidado cuando se habla de superioridad. Aunque es verdad que, desde el punto de vista histórico, en el segundo milenio, la cultura islámica experimentó formas de decadencia, mientras que la cultura occidental creció hasta conquistar niveles superiores. A nivel empírico, a través de los siglos, las formas culturales cambian y se transforman: es la historia.
–Y hoy, ¿a quién pertenece el primado entre Islam y Cristianismo? –Cardenal Ratzinger: Hoy, es difícil hablar de primado entre formas socioculturales diferentes. No es tan fácil. Es un tema delicado, profundo, complejo, que hay que afrontar con prudencia y con respeto recíproco.
–En su último libro «Dios y el mundo», usted sostiene que cristianos y musulmanes tienen un modo diverso de afrontar el destino del hombre decidido por Dios. ¿Por qué? –Cardenal Ratzinger: Sí, sobre el destino divino hay una divergencia real, o digamos una diferencia, entre el Islam y el cristianismo. Para los musulmanes, el destino está predeterminado por Dios y el hombre vive en una especie de red que limita en gran manera sus movimientos. La fe cristiana, por el contrario, cuenta con el factor de la libertad. Esto significa que, para el cristiano, Dios, por una parte abraza todo, sabe todo, guía el curso de la historia, pero ha predispuesto las cosas de tal modo que la libertad encuentra su lugar. En síntesis, para mí, cristiano, Dios tiene la historia en sus manos, pero me da la libertad de entregarme completamente a su amor o de rechazarlo.
–Libertad que puede llevar también a equivocarse, como lo prueban los vientos de guerra de estos días. ¿Serán escuchados los llamamientos del Papa? –Cardenal Ratzinger: Esperemos. El Papa ha sido clarísimo, ha dicho todo lo que debía decir, o sea que, si se quiere respetar a las víctimas inocentes estadounidenses, con la guerra todo está perdido, con la paz todo es posible. Roguemos a Dios para que se le escuche.
Tomado de Zenit, ZS01100201