El arzobispo católico de Moscú denuncia que vuelven persecuciones de la era comunista. Monseñor Tadeusz Kondrusiewicz hace una dramática llamada de auxilio al mundo entero, en favor de los católicos rusos en riesgo de asfixia y exterminio.
MOSCÚ, Sept. 24, 2002 (HR) – El presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Rusia y arzobispo en Moscú, monseñor Tadeuzs Kondrusiewicz, acaba de efectuar un dramático pedido de auxilio a los católicos del mundo entero, a entidades humanitarias, a medios de comunicación, a autoridades políticas y diplomáticas y a todos los hombres de buena voluntad, ante el recrudecimiento de la persecución religiosa en Rusia.
“Delante de nuestros ojos de nuevo se representa el drama de la Iglesia Católica en Rusia, que después de haber sufrido la más cruel persecución del siglo XX, haber estado casi por todas partes exterminada, y tras una laboriosa tarea de restablecimiento que ha durado 10 años, se ve sometida de nuevo a la prueba”, asevera el arzobispo, que aclara que decidió hacer esta denuncia al mundo después de agotar todos los recursos ante las autoridades cívicas de Rusia.
En su mensaje, monseñor Kondrusiewicz explica que esa “campaña anticatólica de amplias proporciones” incluye la arbitraria y sistemática expulsión de sacerdotes extranjeros, actos de vandalismo y ofensas a los lugares de culto, mitines y piquetes, prohibiciones para la construcción de templos, así como campañas difamatorias contra el “enemigo católico”.
El alto prelado clama para que el mundo no continúe indiferente ante el drama de los católicos rusos: “¡No permitan que el renacimiento de la Iglesia Católica en Rusia sea paralizado! ¡Sean solidarios y no dejen que tenga lugar una nueva tragedia en Rusia! ¡No consientan que en la nación que ha sufrido el Gólgota del siglo XX sea pisoteada de nuevo la libertad de conciencia!” Y concluye: “Hoy se conculcan los derechos de los católicos. Mañana cualquiera puede ser la víctima”.
Mientras tanto, continúa un enigmático silencio de muchos grandes medios de comunicación sobre las persecuciones a los creyentes en China, Vietnam, Laos, Corea del Norte y Cuba. En China comunista, según la agencia católica Zenit, otros tres sacerdotes acaban de ser condenados a trabajos forzados en campos de concentración y 30 fieles católicos, incluyendo 25 niños, fueron detenidos por asistir a clases de catecismo. También, numerosos opositores chinos están siendo internados en hospitales psiquiátricos, según denunció “Avvenire”, órgano del episcopado italiano. En Cuba, también según despacho de Zenit, desde La Habana, reciente informe de una agencia de ayuda a la Iglesia en países comunistas constató que “nuevos vientos de represión soplan contra la libertad religiosa y la presencia católica en Cuba”; y que cuatro años y medio después de la visita del Papa, “la situación ha empeorado notablemente en la isla”.
HR020902 / Human Rights News Service